Lecciones de Katrina: cómo se recuperaron los restaurantes de Nueva Orleans y qué significa hoy

Para la industria de los restaurantes, el coronavirus ha sido devastador. Los propietarios, empleados y proveedores están luchando para sobrellevar la interrupción y la dislocación extremas. Esto trajo a la mente otro evento catastrófico para el representante de Simplot, Nick Niemenski: el huracán Katrina. A su solicitud, compartimos los siguientes extractos de relatos publicados sobre cómo la comunidad de restaurantes de Nueva Orleans finalmente logró recuperarse. Ante nuestros desafíos actuales, esperamos que encuentres algo de inspiración en estas historias de resiliencia.

Los restaurantes que resistieron a Katrina
Por Ralph Brennan

Extraído de Chefsfeed.com

“Poco a poco, nuestro personal regresó, incluso aquellos cuyas casas se inundaron. Querían ser parte de la solución y de la recuperación. Les ayudamos a todos con alojamiento, seguimos pagándoles y los mantuvimos en nuestro seguro de salud. Hicimos todo lo posible para ayudarlos. Y un mes después de la tormenta, logramos reabrir dos de los restaurantes: Red Fish Grill y Bacco. Red Fish obtuvo el primer permiso de salud emitido después de la tormenta; Bacco fue el tercero. Abrimos sin agua potable ni gas, pero teníamos una parrilla de leña y pudimos armar un menú con un trozo de pescado, una hamburguesa y algunas otras cosas. Usamos platillos de plástico; servíamos estos increíbles vinos en tazas de plástico. Pero las personas estaban muy agradecidas de tener esos lugares para compartir historias y pasar el rato durante un período increíblemente estresante.   

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Huracán Katrina
Extraído de Mothersrestaurant.net

“El 15 de octubre de 2005, Mother’s reabrió. El vicealmirante Thad Allen, jefe de la iniciativa de ayuda en caso de desastres de Nueva Orleans, fue nuestro primer cliente. Aunque nuestro menú era limitado y nuestras horas eran reducidas, a medida que los habitantes locales regresaban a la ciudad, también regresaban a Mother’s. Sus comentarios nos levantaron el ánimo: “Estamos tan contentos de que hayan abierto…” “Es genial tener la comida de Nueva Orleans de vuelta…” “Su sabor es tan bueno, tan familiar…” “Gracias por estar aquí de nuevo”. El poder de la comida, especialmente de la cocina de Nueva Orleans, para consolar el alma y nutrir el espíritu así como el cuerpo, es increíble, pero es un hecho que se vivió aquí en los meses siguientes, cuando los habitantes locales que regresaban y el maravilloso personal de ayuda ante desastres que acudió a nuestra ciudad frecuentaban Mother’s en grandes cantidades. El sacrificio de estos valientes y generosos hombres y mujeres para ayudar a restaurar Nueva Orleans nunca se olvidará.

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Cómo Katrina cambió la forma de comer en Nueva Orleans
Por Brett Anderson

Extraído de Newyorker.com

“La gratitud hacia los restaurantes que reabrieron durante este período incierto fue muy merecida. Anna Nguyen, la co-propietaria de Nine Roses, un restaurante vietnamita-chino al otro lado del río desde Brigtsen’s, en Gretna, tuvo que conducir hasta Houston para conseguir hojas de guisante de nieve, berros, albahaca y menta para su cocina. Domilise’s, la representación de un bar de po-boy en Nueva Orleans, reabrió solo cuando pudo servir sus sándwiches en pan recién horneado y crujiente de Leidenheimer, una panadería local fundada hace más de cien años. El comedor de la zona residencial Slim Goodies alimentó a los primeros socorristas después de la tormenta. Sigo sintiendo admiración por el personal que raspaba las migas de los manteles planchados durante mis primeras comidas post-Katrina en restaurantes como Herbsaint, Bourbon House y Restaurant August, todos lugares lujosos que reabrieron en un momento en el que no podían contar con agua potable. Estos ejemplos de determinación y vitalidad, llevados a cabo por residentes cuyos recursos limitados se vieron afectados por pérdidas personales, hicieron más que dar credibilidad a los clichés sobre la inimitable hospitalidad del sur. Ofrecieron a los lugareños un argumento para mantener la ciudad en marcha”.

“En el fin de semana de reapertura de Brigtsen’s, Marna Brigtsen, esposa y socia comercial de Frank, aconsejó a las camareras que fueran moderadas con el rímel. El servicio del restaurante en la víspera de Año Nuevo terminó con los propietarios posando para fotografías en las escaleras delanteras mientras el estruendo de una banda de metales de marcha se acercaba: un desfile de segunda línea dando la bienvenida de nuevo a Brigtsen’s. Fue ese momento, dijo Frank Brigtsen, “el que dejó claro lo que significa ser un restaurante en Nueva Orleans”. La satisfacción temporal del hambre de un cliente ya no era el objetivo principal de un restaurantero en la ciudad. “No se trata de llenarles el estómago”, me dijo Brigtsen. “Se trata de ofrecerles todo el peso de la cultura de Nueva Orleans”.

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Al igual que con Katrina, creemos que nuestros clientes en todos los Estados Unidos mostrarán la misma determinación y tenacidad que caracteriza a las personas de nuestra industria. Comunícate con nosotros si hay algo que podamos hacer para ayudarte. Si la historia sirve de guía, no hay duda de que también superaremos este desastre.